Ensambladas en forma de paneles, las células solares tradicionales transforman los rayos del sol en electricidad. El uso de recursos escasos en su fabricación, la complejidad de sus métodos de producción y las limitaciones geográficas de un buen emplazamiento encarecen y complican la adquisición e instalación de dispositivos solares. Sin embargo, es probable que la aparición de una nueva generación de células solares transforme tanto estos dispositivos como los objetos cotidianos.
Las células solares desarrolladas por los equipos del profesor Michael Graëtzel en la EPFL se inspiran en la fotosíntesis de las plantas: utilizan moléculas colorantes para transformar los rayos del sol en electricidad. Estas nuevas células solares imitan este principio, utilizando un colorante para captar la luz y transformarla en energía. El colorante puede aplicarse a bajo coste mediante serigrafía sobre distintos tipos de sustrato: rígido o flexible, opaco o transparente. Así, las células pueden ser flexibles, translúcidas, coloreadas y accesibles al mayor número posible de personas. Colocadas bajo el sol del mediodía, no pueden competir con sus rivales de silicio. En cambio, son más activas con luz difusa, es decir, bajo cielos nublados, en interiores, por la mañana o por la noche.
Utilizando esta tecnología desarrollada por la EPFL y un enfoque multidisciplinar que combina diseño, ciencia e ingeniería, el diseñador Guillian Graves ha creado un nuevo tipo de objeto doméstico de bajo consumo energético: Horn.
Horn es un altavoz inalámbrico fabricado casi íntegramente con el plegado de esta nueva generación de células solares flexibles. Gracias a ellas, el dispositivo se autoabastece de energía captando la luz ambiental del hogar.
La forma del altavoz recuerda a la bocina de un gramófono. Toma su arquitectura y se inspira en ella para ofrecer prestaciones físicas de amplificación. Su construcción geométrica de ocho lados optimiza las superficies de captación de las células serigrafiadas. El color rojo de estas tiras absorbe una mayor parte del espectro luminoso. Su ligera deformación suaviza la estricta geometría del objeto.
Para ahorrar energía, el altavoz está equipado con un único transductor. Su potencia se multiplica por diez gracias a la estructura de estas células flexibles plegadas, cuya forma y color optimizan la captación y el rendimiento.
En resumen, Horn es un altavoz que transforma nuestra relación con la energía. Al utilizar como material la tecnología solar desarrollada por el profesor Graëtzel, contribuye a desarrollar nuevos tipos de objetos autónomos para el mañana.